Esta página ha sido corregida
291
LADRONES INSOLENTES Y HÁBILES.
"¡Por supuesto que lo hice—quien podría dudar o resistir las órdenes de un juez!
"¡Reloj—y guajolote—ambos perdidos! reza, que diablos, señora, ¿qué haremos de cena?"
Pero la señora había tenido cuidado de sus huéspedes, pese a su sencillez y el grupo disfrutó tanto la broma como sus viandas.
- 19*