Página:Morrison de Parker Padrino de Cecilia.djvu/124

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

122 EL PADRINO

Así que solo le rogaré escriba á Eduardo que nada tengo que perdonarle y que le de- seo, con toda mi alma, sea dichoso.

Los sueños que pudo abrigar mi corazón no tienen importancia alguna; yo tengo bas- tante para ser felíz con el cariño de Cecilia. Dígale además, para que quede más tranquilo que yo nunca me hubiera casado con un hombre que no quiere á mi hija. Esto pa- sará, — añadió poniendo la mano sobre su corazón que latía algo dolorosamente, y di- rigiéndose á su hija que jugaba á algunos pasos de ella, le dijo:

— Cecilia, tu padrino ha escrito y ahora Héctor va á escribirle á él. ¿No es verdad que le mandas un beso y le deseas que sea feliz ?

—¡Síl--contestó la niña — pero ¿por qué no viene? Yo no tengo ahora papá y quiero que lo sea él.

— Eso no es posible, querido ángel; -- dijo Margarita emocionada —tu padrino va á ca- sarse, tendrá otros niños y no puede ser tu papá.

—¡Qué malo! Pero, no importa; tu serás mi papá ¿verdad, Héctor? y vendrás á acom-

pañar á mamita. — ¿Quieres callar, niña? Eres una charla-

tana, — dijo Margarita confusa y ruborizada. — ¿Y por qué no ha de tener razón esa ino-