Página:Narrative of the surveying voyages of His Majesty's Ships Adventure and Beagle between the years 1826 and 1836.djvu/281

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
May. 1829.
223
SACOS DE DORMIR - VISTA.

quedaba por descubrir. Al anochecer entramos en una ensenada pequeña, y aseguramos los botes, subiendo la ballenera en la arena. Siendo muy tarde para cambiarnos, pues encontramos que el lugar de nuestro vivaque era muy húmedo y pantanoso, que ocupamos casi dos horas en tratar de encender un fuego. Cena y alegres canciones fueron seguidas por una fuerte lluvia, que continuó durante toda la noche y el día siguiente sin interrupción.

“10. La constante fuerte lluvia impidió nuestros movimientos: los hombres de la ballenera estuvieron completamente empapados en su carpa durante la noche; pero hicieron una mejor en la mañana. El cúter, teniendo una cubierta de lona alquitranada, le dio a su tripulación un mejor alojamiento; y aunque un bote pequeño y más cargado, de solo veinticuatro pies de eslora, no se esperaba que podría proporcionar mucho espacio a una docena de durmientes, durante tal tiempo, con la ayuda de sus sacos de mantas,(m)[1] lo hicimos muy bien.

“11. Durante esta noche, también, llovió muy fuerte. Temprano a la mañana siguiente, sin embargo, aclaró un poco, y nos pusimos en movimiento. Cuando estábamos en el canalizo nuestras esperanzas fueron muy excitadas; porque más allá de una isla alta, como un pan de azúcar, apareció una abertura sin tierra. Probé el agua varias veces, imaginándola menos salada, y que nos estábamos aproximando a un río.

“Menos salada podría haber sido, debido a la cantidad de cascadas que se arrojan de las montañas por cada lado del canal, el cual aquí tiene como dos millas de ancho, con una corriente, o más bien flujo de la marea, corriendo a una razón de dos nudos en la hora.

“Al mediodía, alcanzamos el Pan de Azúcar, nos costó una batalla llegar a la cima con los instrumentos; pero la vista me recompensó. Por tres puntos del compás hacia el noreste, no pude ver tierra, excepto dos islas; y al extremo más lejano hacia el este, me pareció muy distante, por lo menos, unas treinta millas. Ni montañas o tierra altas se pudieron ver hacia el norte o hacia el este, el terreno parecía allí cambiar su característica, volviéndose

  1. (m) Cada oficial y hombre, cuando es separado del Beagle durante una noche, lleva una manta, o poncho grande – que se cierra con un cordón, como una bolsa grande- en el cual duerme, y encuentra mucha comodidad y está bien abrigado.-R.F.