“Dejamos el golfo dos días antes de lo que había esperado hacerlo; pero todos nos alegramos de nuestra partida. Ninguna tripulación podría haber llevado a cabo sus tareas con más buenas ganas que los del Adelaide; pero esta fatiga prolongada como la que ellos habían experimentado, era suficiente para hacer a cualquier hombre feliz ante la perspectiva de una tregua.
“Fue una grata reflexión para el teniente Graves y para mi mismo, que las órdenes habían sido plenamente ejecutadas ; que la costa a lo largo de la cual habíamos pasado estaba bien conectada; y que este trabajo había terminado sin ningún enfermo o accidentado entre la tripulación, sin ningún daño en el buque, sin ninguna pérdida de los botes, o incluso la más mínima desgracia.”
Durante la navegación del Adelaide a Chiloé, el teniente Skyring y su compañero fueron diligentemente empleados en transferir sus observaciones al papel, a pesar del movimiento de su pequeña nave, durante diez días de tiempo agitado.