en el tiempo los desposó en el mismo punto. Derramóse la alegría por toda la ciudad, de la cual dieron muestra aquella noche infinitas huminarias, y otros muchos días la dieron muchos juegos y regocijos que hicieron los parientes de Ricardo y de Leonisa. Reconciliáronse con la Iglesia Mahamut y Halima, la cual imposibilitada de cumplir el deseo de verse esposa de Ricardo, se contentó con serlo de Mahamut. A sus padres y a los sobrinos de Halima dió la liberalidad de Ricardo, de las partes que le cupieron del despojo, suficientemente con que viviesen. Todos en fin quedaron contentos, libres y satisfechos, y la fama de Ricardo, saliendo de los términos de Sicilia, se extendió por todos los de Italia y de otras muchas partes, debajo del nombre del Amante Liberal, y aun hasta hoy dura en los muchos hijos que tuvo en Leonisa, que fué ejemplo raro de discreción, honestidad, recato y hermosura.
FIN DEL TOMO PRIMERO