La comedia, la guerra, la consternación, el estupor, la servidumbre, de día en día irán borrando en tí aquellos dogmas sagrados que tú, siendo dado al estudio de la Naturaleza, ibas concibiendo y depositando en tu mente; por cuya razón conviene que en todo premedites y obres de manera que al mismo tiempo que se perfeccione la vida activa, juntamente se ejercite la contemplativa; y la propia satisfacción, nacida de ver que todo lo entiendes, seconserve, disfrazándola con modestia, no ocultándola con misterio; pues entonces hallarás gusto en la simplicidad, entonces tendrás fruición en la gravedad, entonces te complacerás en el conocimiento de cada cosa particular; entendiendo cuál es según su esencia, qué región habita en el mundo, cuánto tiempo podrá naturalmente subsistir; de qué partes está compuesta, á quién puede caber en suerte, quiénes por fin son dueños de darla y quitarla.
La araña queda muy ufana, habiendo cazado unamosca; también el otro está muy hueco, habiendoseguido una liebre; el otro, que pescó en la red un arenque; el otro, que cogió unos jabalies; el otro, unos osos; el otro, por fin, que cautivó algunos Sármatas[1]. ¿Acaso no reputarás á éstos por unos[1] Gatakero sospecha que M. Aurelio alude á lo que Vulcacio refiere de Avidio Cassio , el cual castigó á ciertos capitanes de su ejército por haber peleado sin orden suya y vencido 3.000 Sármatas que se hallaban descuidados á las orillas del Danubio. El mismo Gatakero también se aparta del dictamen de Xilandro, que reputa el nombre de Sármata por ladrón ó pirata, pretendiendo que la siguiente conclusión del articulo é tome generalmente, y apoyando su parecer en lo que escribe Cicerón, de Rep. lib. 1n: Sanè remota justitia, quid sunt regna, nisi magna latrocinia?