Esta página ha sido corregida
67
Julián Juderías
Y de nuevo no se oyó nada en el mar, ni un grito, ni el ruido de un cuerpo al caer. Las olas jugueteaban allá abajo y el viento murmuraba salvajes canciones.
Tolaik contemplo largo tiempo el abismo y después dijo:
—¡Dáme, oh Alá, un corazón tan fuerte como el suyo!...
Y echó á andar en medio de las sombras de la noche.
Así murió el Kan Mosolaima El-Asbad y subió al trono de Crimea el Kan Tolaik Algalla.