. ( 13 › --¿Que os importal replicó el gnudt. -¿En el coche-eorren de Dnuvreei -¡Por qué lo preguntale! -Necesito hnblnr con un vlujerof -¡Cómo se llama esa viajero? -Mr. J nrvls Lorry. El individuo que eetnhn con el pié en el estribo del oo- ohe hizo uu movimiento, y pareció decir que 6] en aquel viajero; pero el conductor, el guardo y los otros dos le mi- raron con desoonfisnzu. _ -No dele un peso 6 sois muerto, respondió el gnerds 6 le voz que enlìn de la niebla. Viajero llamado Lorry. ¿quereis hablar con frnnqueui --¡Quién me llemnl preguntó este oon voz suave y ví- brante. Quién necesite hablurmel ¡Sola von Ferryl -Si Mr. Lorry. os traigo uuu ente de Tellsone. -No me gusto. la voz de esa Ferry, xnurmnró el guar- de entre dientes; su ronquen me de qui; soepeolnr. -Gonozno C eee hombre, dijo el viajero dlrljléndose nl gnnrde y saltando en tierra. Los otros dos vhjeros se zpresunron 6 subir nl ooohe, cerraron lx porteluola y levantaron los orlstaleu. -Podeis permitirle que se acerque. continuó Mr. Larry; nude tennis. _Es poeihle, pero no está nonveuoldo todo el mundo, respondió el guarda hablando pero si propio. ¡Hola! wer- onoe; pero ei llavnìs pistolas en le sllln, no npoyeìn la mn- no en el nzon, porque oe advierto que soy muy vivo de jénlo,y que ¡ntee de que podais hnoar ueo de vuestrne nr- mne, tendreis unn belu dentro del ouerpo. Ahora que estela nvindo, voímouoe las ourns. El contorno de un cabello y de sn jinete se dlbujó vu- gsmente nl través de ln niebln y ee noeroo al ooehe. Guun do el mensajero llegó el ludo de Mr. Inrry, paró el cuba- llo y entregó un pnpel al viajero.
