Página:Psicología, docencia e investigación II.djvu/53

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estrecha relación con la desmentida dela sexualidad infantil)” motivo alguno) y a encubrir y olvidar todos sus defectos (lo cual mantiene y complicaciones que aqui intervienen, y seria desmentir la existencia de una organización pregenital de la vida sexual y hacer coincidir esta última, y también hacerla principiar, con la función genital y reproductora.” Alguien podría opinar que hay un modo de escapar a todas las di■cultades por eso en la educación, sino que persiguen con el máximo rigor las exteriorizaciones de lo desmen tido bajo el título de «malas costumbres de los n¡ños»22 Cosa bastante extraña: los que desmienten la sexualidad infantil no cejan una mala costumbre». Uno no puede menos que evocar el viejo argumento del caldero” Este «hacer como que no existiera», este «a■rmar que no existe» (no es posible eludir aquí el parentesco con la apostasía) también aparece "presente en otro contexto, cuando Freud atribuye a determinadas personas o a un interlocutor supuesto, una desmentida de lo que el psicoanálisis descubre. Aquí también se percibe Ia doble vía: «la sexualidad infantil no existe, y es preguntarte directamente si se había familiarizado con las tan similares teorías cientí■cas. Como era de prever, el poeta respondió por la negativa yhasta con algún desabrímiento. (. . .) Es muy posible que la desautorización del poeta no se detenga aquí. Acaso ponga en entredicho su conocimiento de las reglas cuya obediencia hemos demostrado en él, y desmiente todos los propósitos que hemos discernido en su creación. 2‘ Una persona (...) se dirigió al poeta [Jensen, el autorde la «Gradiva»] para en un mismo rango con su carácter de advertencia, confesión, intento de solución, etc., sin desmentir el punto de vista dela dimensión psíquica de lo profundo, vale decir el punto de vista del psicoanálisis. 25 (...) no es lícito situar el carácter del sueño como cumplimiento de deseo 58