Página:Ramos de violetas.djvu/142

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
140
Amalia D. Soler

su amor imponderable, su tierno sentimiento
que nadie ha practicado como él la caridad.

Yo le concedo á Cristo cuanto la mente humana
le puede dar á un hombre de ciencia y de poder,
pero ese ser supremo que eterna vida emana
aun nuestra inteligencia no puede comprender.
 
Yo no personalizo al Dios de las edades,
yo no le presto forma, esencia ni color;
la causa que dá efecto á todas las verdades,
la envuelve el infinito con mágico explendor.
 
Hipótesis y absurdos, utopías y delirios
son las definiciones que el hombre puede dar,
de aquel que dió perfumes á los gentiles lirios,
y cantos á las aves y perlas á la mar.
 
Lamento que tu genio, tu inspiración suprema
del torpe fanatismo también siguiera en pos:
y como tantos otros pensaras que el problema
el hombre había resuelto y había llegado á Dios.

Mas hoy que nuevos mundos contempla tu mirada,
que límites no tiene tu inmenso porvenir,
revélame que el hombre aun no comprende nada,
que la primera palabra aun no llegó á decir.

Porque se necesita que la ignorancia humana
deponga su osadía y humille su altivez,
que á Dios no quiera darle pasado ni mañana,
porque eso es confundirle con nuestra pequeñez.