ESQUEMA SEXUAL 111
La fuerte'inclinación a uno de los progenitores, unida a una actitud de desvío para el otro, produce desequilibrios, que en forma positiva o negativa, pueden ser decisivos para todas las situaciones de la vida. El progenitor que se toma como mo- delo, obra en sentido positivo; el otro, en sentido negativo, determinando en gran parte las resoluciones de la vida.
El niño adopta la ética impuesta en su espíritu por padres y educadores. Estas normas, una vez reconocidas como bue- nas, arraigan profundamente en la vida anímica y constituyen una parte decisiva de lo inconsciente.
Aquellas reglas morales establecen la separación entre los elementos del “ello'””, capaces de ascender a la conciencia y aquellos otros que contienen primitivas excitaciones infantiles, deseos e impulsos de índole sexual y que no deben entrar en el subconsciente para ascender hasta la conciencia.
Inconscientemente, la censura verifica la regresión. Ella opone resistencia a los deseos infantiles reprimidos para que no lleguen al consciente.
Pero como son violentos los deseos, llegan hasta la concien- cia, no obstante la censura, en forma disfrazada. En los sue- ños se manifiestan en símbolos. En la vigilia crean los sínto- mas neuróticos.
La neurosis es una satisfacción inconsciente de deseos se- xuales, inconscientes también, satisfacción emancipada de la función reproductora y desarrollada fuera de la esfera sexual, Por eso la neurosis es el “negativo de la perversión”.
Hesnard propone el siguiente cuadro de clasificación cro- nológica de las manifestaciones instintivas en el niño:
