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ESQUEMA SEXUAL 161

tipos somáticos de debilidad mental, por lo que s* refiere a su curación.

Los tipos psicógenos de debilidad mental, respor len parti- cularmente bien a la terapén.ica psicoanalítica.

Los dementes forman otro gran grupo. La parálisis gene- ral no debe ser analizada, sino fuera por motivos de interés científico. Los enfermos de otros procesos que conducen a la demencia, —al.ohólico, presenil—, son igualmente intratables por la psiccanálisis, así como los que se hallan en estados agu- dos de manía. Prácticamente ha resultado ineficaz todo esfuer- zo para modificar el curso de la excitación aguda de la psico- sis maniaco-depresiva, por medio del procedimiento analítico. “Tampoco se debe usar en la excitación catatónica.

Hay cierto grupo de pacientes para el cual no existe ningu- na clasificación clínica, por lo que se refiere a la neurología y a la psiquiatría. Para éstos, la psicoanálisis no es imposible, pero sí de poco provecho, porque su aplicación no les cura. Son generalmente introvertidcs. Muchos de cestos pacientes no desean curar. Utilizan su neurosis, para conservar un punto de vista favorable a sus fines. Se trata de individuos parasitarios, a quienes la curación les implicaría el deber de trabajar.

Existe otro grupo de pacientes para los cuales el tratamien- to psicoanalítico, sería más perjudicial que provechoso. Gene- ralmente son narcisistas.

Por último hay enfermos que exigen gran cuidado en la te- rapéutica psicoanalítica: homosexuales, histéricos.

Sólo debe analizar el psicoanalista que habiendo consagra- do al análisis toda su energía, tenga profundos conocimientos del alma humana, pueda ser director espiritual y comprenda ampliamente su responsabilidad al empezar el tratamiento.

El hombre que se somete al análisis es un todo orgánico. El médico es responsable si descompone esta síntesis y no puede dar luego armonía a sus componentes. El médico dirige la psi- coanálisis y la ineludible condición para ser director, es tener personalidad.

El análisis en manos inexpertas sólo provoca desastres, ya que en ellas es un instrumento corrosivo, destructor. Contra estos análisis bárbaros protesta enérgicamente Freud.

La psicoanálisis sólo da buenos resultadcs, cuando es apli- cada con arte y sabiduría.

A fondo debe conocer el médico analista, estética, neurolo-