ESQUEMA SEXUAL 169
creó el más perfecto de los sistemas económicos, Freud ha descubierto el sexo. Freudismo y Marxismo se complementan, porque del primero arranca la transformación ética y del se- gundo surge la revolución económica. En Freud y Marx se encuentran, claramente definidas, las raíces de la humanidad futura.
Si el arte, —ayer, hoy, mañana— representa la vanguardia de la cultura, es natural que los estetas contemporáneos bus- quen motivos para sus creaciones en la psicoanálisis y en la ideología roja.
Desde la aparición del freudismo, surge una nueva forma de crítica estética, basada en el análisis espiritual de la persona- lidad que se estudia.
Para conocer profundamente a un hombre, es preciso inves- tigar sus intimidades sexuales, por medio de la técnica psico- analítica, que es el mejor estilete de la crítica. Sin ayuda del psicoanálisis, no es posible realizar un estudio serio de un in- telectual, sabio o artista.
La psicoanálisis ha permitido llegar hasta los secretos de los hombres de otros siglos. Freud ha estudiado a Sófocles en “Edipo Rey” y a Shakespeare a través de ““Hamlet'”. Ha crea- do un maravilloso estudio del fenómeno estético en su ensayo “Un recuerdo de la infancia de Leonardo de Vinci”.
Por medio del psicoanálisis se han estudiado el masoquismo de Mussct; el uranismo de Miguel Angel, Wagner, Shakes- peare, Virgilio y Tennyson; el narcisismo de Goethe; los fe- nómenos autoeróticos de Nietzsche y la insatisfacción sexual de Watteau, cuya libido sublimada fué la creadora de sus lienzos prodigiosos.
La psicoanálisis tiene valor inmenso para la música, la pin- tura, la novela, el cine, el teatro, la escultura, la crítica y el poema, porque el arte, en su última instancia, se origina en el “ello”, tiene su depuración en el subconsciente, y su emotivi- dad maravillosa, es una sublimación de la energía sexual.
La naturaleza no sólo ha encargado al sexo el manteni- miento de la vida, sino también la creación de la belleza.
La psicoanálisis, como todo lo que vive, no es algo fijo, si- no que seencuentra en un proceso de evolución y perfecciona- miento.
Freud creyó, al fundar su doctrina, aprisionarla dentro de
