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190 HUMBERTO SALVADOR

ciente y ninguno puede negar su consejo a una mujer ni dejar de ayudarle con sus conocimientos”. Luego añade: “El aborto es la más grande amenaza nacional de nuestra época, y debemos luchar contra ella por todos los medios posibles. Es el deber de todo médico ayudar a las mujeres a limitar y prevenir el nacimiento de los hijos, no por medio del aborto, sino mediante la aplicación inteligente y sana de los métodos inofensivos con- tra el embarazo”.

En el gran pueblo ruso, el control científico de la descen- dencia se verifica en forma legal y de hecho ocurre que en Ru- sia es donde hay menos abortos, porque es el único país don- de el Estado protege realmente al niño. Y sucede también que en el territorio soviético es donde ek hijo es recibido con ale- gría porque sólo viene cuando su nacimiento ha sido fruto de un análisis sereno.

¡Cuánta razón tiene el pueblo rojo para burlarse de la ri- dícula moral burguesa y de todas sus tragedias!

El primer obstáculo poderoso que encontró el “birth con- trol” fué la oposición de los políticos imperialistas. A éstos les interesa tener numerosos ejércitos para la guerra. Opinan que vale más restringir la población por la muerte que por los anticonceptivos.

“Sentimos la necesidad de un Gobierno Internacional, —di- ce Bertrand Russell—, si la civilización ha de salvarse. Para” que tal Gobierno fuese eficaz en el mantenimiento de la paz del mundo, debería decretar los límites de crecimiento de la población en las naciones”. Y luego añade: *““Toda oposición a que se difunda el conocimiento de los anticonceptivos, lleva a que los estúpidos tengan familia más numerosa que los in- teligentes”.

A Guillermo II le interesaba que los alemanes “se milita- ricen durante el día y hagan hijos durante la noche”. Creía que la población ““nunca podía ser excesiva”.

Se cuenta que Napoleón, ante un campo de batalla cubierto de cadáveres, dijo: '“No importa. Una noche de París basta para compensar a Francia de esta pérdida.”

Mussolini, ese político grotesco y reaccionario feroz, es tam- bién partidario de la prole numerosa, porque tiene delirio de grandeza y quisiera inmensos ejércitos para entregarlos a la carnicería,

El sentido de la maternidad ilimitada es, bajo su aspecto po-