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SESION DE 9 DE DICIEMBRE DE 1826
  1. mero 549. V. sesiones del 3 de Octubre i del 18 de Diciembre de 1826.)
  2. No tratar en sesión permanente la indicación hecha para que se suspenda la discusión de la reforma de los mayorazgos. (V. sesiones del 13 i del 24. de Febrero i del 6 de Setiembre de 1827.)
  3. Admitir a discusión dicha indicación. (V. sesiones del 13 i del 24 de Febrero de 1827.)
  4. Dejar en tabla el mismo asunto i los demás pendientes.



ACTA

Se abrió con los señores Albano, Aguirre, Arce don Estanislao, Arriagada don Juan Manuel, Bauza, Balbontín, Barros, Benavides, Benavente don Diego, Bilbao, Campos, Casanova, Carvallo, Donoso, Eyzaguirre, Elizondo, Fariñas, Fernández, González, Huidobro, Hernández, Infante, Irarrázaval, Lazo, López, Marcoleta, Meneses, Molina, Montt don José Santiago, Montt don Lorenzo, Muñoz Bezanilla, Novoa, Olivos, Ojeda, Prats, Prado, Pradel, Pérez, Sapiain, Santa María, Silva don Manuel, Silva don Pío, Tapia, Torres i Vicuña.

Leída i aprobada el acta anterior, se leyó una mocion suscrita por tres señores diputados para que la lei de mayorazgos, en discusión, se suspenda en su actual estado, i que el Congreso se ocupe de las de Constitución, Hacienda i otra de mayor ínteres, la que se mandó tener presente en la discusión.

También la del señor Molina, sobre que se declare el Congreso en sesiones diarias, i otros objetos, que se mandó pasar a la Comision de Policía Interior.

Luego la representación del síndico al concurso de don José María Fuentes, dirijida al mas pronto despacho de la causa pendiente en la Comision de Justicia, i recusación del señor diputado Barros como miembro de ella; tomada en consideración, se acordó conforme a la primera parte de la petición, negando lugar a la segunda respecto de haberse separado ya el señor Barros de dicha Comision.

No habiendo otro asunto de que dar cuenta, el señor fariñas tomó la palabra i pidió se llamase al señor Cienfuegos, diputado principal de Talca, en virtud de haber espirado el término de la licencia que obtuvo; tomada en consideración, se acordó así.

Se procedió a la discusión del proyecto sobre mayorazgos i debatir si debia o no desecharse la mocion dirijida a suspender la continuación de este asunto; puesta en votacion, resultó que debia admitirse, despues de haberse declarado en los mismos términos que no debia considerarse este asunto en sesión permanente, como lo habían pedido varios señores.

En este estado i siendo pasada la hora de reglamento, se levantó la sesión, señalándose para la siguiente la continuación de la misma materia i demás puestas en tabla.

El señor Molina salvó su voto. —Benavente. —Fernández.



ANEXOS

Núm. 547


Mocion

Todo cuerpo físico o moral, todo majistrado, todo profesor, todo artesano, en fin, todo ente sensible o aun insensible, es útil i benéfico a la sociedad miéntras ocupa el lugar o desempeña las funciones a que ella lo destina; pero le es inútil, perjudicial i gravoso cuando abandona su natural posicion, o cuando posterga, olvida o desatiende los deberes anexus a su institución, por ocuparse en objetos no comprendidos en su esfera. Esta máxima, inconcusa en lo natural, lo es igualmente en lo político, i una esperíencia desgraciada nos está haciendo palpar los funestos efectos de su inobservancia.

¡Qué respetado, qué elojiado, qué amado de todo buen chileno fué el Congreso de 1826, miéntras todos sus trabajos i desvelos se dirijieron a dar leyes protectoras de la libertad i defensoras de los derechos í garantías del ciudadano! Tenemos, decían los pueblos, unos representantes que se desviven por alejar de nuestro Estado no ménos la arbitrariedad que la anarquía. Ellos nos darán presto una Constitución que será la éjida de nuestros derechos i el oríjen de nuestra felicidad. Chile, bajo su influjo, va a ser verdaderamente una nación, i nuestros mas remotos descendientes bendecirán a los autores de tanto bien. Tales eran los votos de los pueblos miéntras esta Sala se ocupó en los objetos de su misión. Pero ¡con cuánto dolor vemos la escena enteramente cambiada! Las ciudades, las villas i los pagos, los sabios i los ignorantes, los grandes i los pequeños, vierten quejas amargas i aun insultantes contra el Congreso. ¡Representantes, dicen, nosotros os elejimos para que formáseis las leyes fundamentales del país; para que nos diéseis gobierno ¡modo de elejirlo; para que arregláseis el servicio civil i eclesiástico; para que formáseis la hacienda i creáseis el crédito nacional! ¿Pero qué es lo que hacéis? Nos teneis abismados en la anarquía; espuestos a ser presa de algún ambicioso afortunado; los proyectos de arreglo en hacienda, de órden en el pago de los que sirven al Estado, de formación de milicias,