Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XXIII (1834-1836).djvu/505

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nuestro consumo[1]. Tan lisonjero resultado ha promovido, como debía esperarse, la dedicación i empeño con que se solicitan las dádivas de la naturaleza, penetrando el suelo hasta hallar los veneros que las contienen; i la minería, por esta feliz combinación, se encuentra en un auje desconocido ántes de ahora, ya se atienda al número de brazos que emplea en sus labores, ya se consideren las utilidades que reporta del beneficio.

Si volvémos la vista hácia la industria fabril, fácil será conocer que participa así mismo del influjo bienhechor que ejerce la libertad. Exijir que esta clase de industria alcance repentinamente la última perfeccion, en un pueblo que acaba de conquistar su Independencia; en un pueblo rejido durante tres siglos por leyes arbitrarias i opresivas, fuera exijir una especie de prodijio que no está en el órden regular de los acontecimientos; ¿quién ignora que las pocas i groseras artes, toleradas en Chile por la suspicaz política de la Corte de Madrid, se hallaban reducidas, al tiempo de emanciparnos, casi al estado de absoluta nulidad? quién ignora que miéntras fuimos colonia, jamas recibieron el menor estímulo, porque mal podía dárselo la ruda sencillez de nuestras costumbres, cuando los goces i comodidades de la vida estaban reservados a un corto número de familias? Examínese despues de esto la situación en que se hallan las manufacturas nacionales, i se verá que aunque no tenemos muchas ni grandes fábricas, cada dia se introducen i domicilian en el pais nuevas artes o se adelantan las que ya poseíamos; se verá que diversas mercaderías que ántes venían del estranjero las producimos hoi en copia suficiente para abastecernos i esportar, i que aun pueden citarse entre ellas algunas obras en que campean el primor i gala del arte.

Sería justo i arreglado exijir mas de una industria que, recien salida de la infancia, supera ya las dificultades que otras naciones no lograron vencer sitio con el trascurso de dilatados siglos?

El comercio, esa útil profesion sin cuya concurrencia es difícil logren engrandecerse los pueblos, ha recibido también considerable incremento en los últimos dos años, a pesar de que las turbulencias políticas ocurridas en varias secciones de América, disminuyeron la demanda de las mercaderías depositadas en nuestros almacenes francos.

Comparando la entrada de buques a Valparaiso en 1832 con la de 1834, resulta que el primero de estos años anclaron en la espresada bahía doscientas setenta i cinco naves mercantes, i el segundo trescientas noventa i cuatro[2] lo que establece una diferencia notable a favor de la actividad adquirida por nuestro tráfico marítimo; actividad que se advierte no solo en la referida plaza sino en los demás puertos del Estado, i como el aumento del comercio esterior es correlativo hasta cierto punto con el de las producciones industriales que contribuyen a sostenerlo, bastará este dato, aun cuando no tuvié

  1. Según los datos suministrados por las oficinas de hacienda, resulta que el producto de las minas nacionales en 1834, fué el que a continuacion se manifiesta:
    ORO

    Marcos
    Onzas Valores

    Esportado por Valparaíso 11
    7



    Acuñado en la casa de Moneda 3840
    2




    3852
    1
    525,2311
    6
    PLATA

    Marcos
    Onzas Valores

    Esportado por Valparaíso
    67793




    Esportado por Coquimbo 83979
    5



    Esportado por Huasco 83979
    4



    Esportado por Copiapó 3878




    Acuñada en la Casa de Moneda 5405





    164935
    1
    148446
    1
    COBRE
    Qtls lbs.
    Esportado por Valparaiso 17771 37
    Esportado por Coquimbo 33360 58
    Esportado por Huasco 23434 71
    Esportado por Copiapó 2698 36
    77265 2 1081710
    MINERALES DE COBRE
    Qtls. lbs.
    Esportado por Valparaiso 6389 32
    Esportado por Coquimbo 94 99
    Esportado por Huasco 20961 2

    36850
    24
    66791

    Resumen de los valores en


    $ 3.158,r49

    Sin embargo de que la vijilancia de los resguardos marítimos ha disminuido la estraccion clandestina de metales preciosos, como el poco volumen de éstos ofrece tanta facilidad para hacer contrabandos, puede asegurarse que una parte no pequeña del producto de nuestras minas sale del pais sin pagar derechos, i que, en consecuencia, su valor no está comprendido en el estado que aquí se inserta.

  2. Véase el Estado núm. 3 al fin.