Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XX (1831-1833).djvu/233

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
229
SESION DE 26 DE AGOSTO DE 1831

Senadores. — Santiago, Agosto 26 de 1831. — Jose Vicente Izquierdo. — Fernando Urízar Garfias, pro-secretario.— Al señor Presidente de la Cámara de Diputados.



Núm. 258

Soberano Señor:

Como en el órden físico los cuerpos mas sólidos i firmes sufren mas de los fuertes sacudimientos, así en el sistema moral se resienten mas los objetos de mayor gravedad e importancia de las esplosiones anexas a las revoluciones. El primero, en todos sentidos i acepciones, el tínico que constituye nuestra felicidad i que solo es capaz de hacernos buenos ciudadanos i verdaderos patriotas; la relijion santa ha padecido descuidos que, (si no fuese imposible) la habrían hecho desaparecer i sustituido la superstición, los errores i la fiereza. Nada es mas de temer; al paso que crece la mies, se minoran los operarios. ¿Cómo sabrán si no oyen? ni cómo oirán si no se envían ministros? ni cómo habrán dignos ajentes si no se forman? Disminuiría la exelencia de la materia de mi mocion, apoyándola en motivos de buena política que están al alcance de cuantos piensan maduramente. Ni creo necesario presentar el ejemplo de las Naciones sabias que, con inmensos costos i fatigas, trabajan en la propagación de los libros sagrados i en sostener su enseñanza en rejiones apartadas i bárbaras. Ni incubaré en el deplorable estado del culto moral i disciplina de nuestra adorable creencia, porque mi pluma no es capaz de describirlo sin el recelo que se califique de exajeracion, i, sobre todo, porque nadie lo ignora i todos lo lamentan, no quiero consternaros, Padres de la Patria, sino exitar vuestra piedad. Todas las ciencias i carreras tienen alumnos que, nutridos en los elementos de sus principios i penetrados de su doctrina, se preparan a poseerla i ministrarla a los demás. El arte de la guerra para defender a los hombres de los ataques de sus semejantes, la medicina para remediar sus dolencias, la jurisprudencia para contener sus desavenencias i exesos; en suma, cuantos conocimientos interesan en la vida civil, todos encuentran fuentes en que se adquieren al mismo tiempo que las maneras, modales i habitudes propias de cada ejercicio. Solo la ciencia de Dios, el regulador de las buenas costumbres, el principal vínculo de la sociedad, la profesión mas necesaria i el destino mas importante, carece de una clase en que hacerse aptos, cultivando con preferencia los estudios eclesiásticos, los escritos de los santos padres, al mismo tiempo que las virtudes propias de su estado i practicando la decencia, aplicación, modestia, recojimiento, la santa severidad i dulzura caritativa para poder con éxito usar de la palabra i el ejemplo en bien de los innumerables que piden pan sin tener quien se los parta.

Cuando la necesidad no era tan urjente i absoluta, habia un plantel de párrocos i ministros, aunque reducido, en el Seminario Conciliar, que reunido imprudentemente al Instituto Nacional secularizó, digámoslo así, el establecimiento i los alumnos, cuyos resultados juntos a otros acciden- tes ha sido el inhabilitar a éstos para los fines de la institución i contribuir a la horrorosa falta actual de curas, ayudantes i auxiliares en el mas santo i preciso de los ministerios.

Existen todos los elementos para restablecerlo i adelantarlo, la piedad, el celo i la vista de sus progresos proporcionarán fondos suficientes i nadie duda de que incrementará como todas las buenas obras, de todas las que se considera esta la raiz i primer fundamento. Animado de este firme concepto, propongo el siguiente

PROYECTO DE DECRETO:

"Artículo primero. Restablézcase el Seminario a su antiguo pié con sus rentas i fondos.

Art. 2.º Se nombrará por el Diocesano una comision de uno o de tres eclesiásticos que propongan un plan i que soliciten medios para realizarlo.

Art. 3.º Darán cuenta de todo en las primeras sesiones de las Cámaras, quedando, desde ahora, facultados para impetrar de cualquiera autoridad cuantas gracias crean oportunas para la reposición i mejoras del establecimiento, cuyos servicios se considerarán como de la primera magnitud".— Juan José Uribe.



Núm. 259


CONCORDATO CELEBRADO EN 1813 ENTRE LA AUTORIDAD CIVIL I LA ECLESIÁSTICA PARA LA UNIÓN DEL SEMINARIO I DEL INSTITUTO.

Oficio de don Juan Egaña, representante de la autoridad civil, a don José Ignacio Cienfuegos, apoderado del Vicario Capitular de Santiago.

Cumpliendo con el decreto del Gobierno que, a consecuencia de los poderes que Ud. ha manifestado del ultimo. señor Obispo Gobernador, previno que las materias que tuviesen relación con la jurisdicción eclesiástica fuesen concordadas con Ud.; trataba de remitirle el adjunto oficio que anteriormente habia pasado a su Cabildo la Junta de Educación Pública, a fin de concluir la reunión de las casas de estudios, cuando ha recibido la contestación que le acompaño con los demás antecedentes del asunto.

Sírvase Ud. esponerme lo que halle por conveniente conforme a sus facultades, en intelijencia que, en cualquier partido que se tome, quiere el