Página:Siluetas parlamentarias.djvu/104

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Y su misma crítica literaria es flexible á las exigencias de las escuelas del presente.

Pero la enseñanza, la oratoria y la prosa escrita de Goyena, marchan como ruedas de un reloj, subordinadas á un regalador poderoso: el de su fé. Immobile in mobili.

Hé ahí por que esos hombres no se han dejado arrastrar por la vorágine del espíritu revolucionario de la época.

Nosotros, en cambio, no hemos dejado un solo cable abordo de nuestros caracteres.

Avanzamos vertiginosamente en la regata de la vida; en nuestra mente se suceden, como aspectos diversos de una costa, los principios, las teorías y las doctrinas, y los adaptamos al fondo de nuestro espíritu como el viajero aplica á sus ideas lúgubres ó amenas, las perspectivas de su marcha.

El cuadro de la vida, esbozado por Basilio, el Obispo de Cesárea, y magistralmente coloreado por Bossuet, es el áncora de los creyentes á través de las voluptuosidades y sollozos del «viaje humano» que sirve de resorte oratorio á la elocuencia nacida en las orillas del lago de Tiberiada.

Nosotros hemos ensanchado, es cierto, los límites de la vida; pero á fuerza de suprimir el