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mecían! Levantaos! De vuestras alas sacudid el rocío de la noche, pues entorpecería vuestro vuelo; y las caricias del verdadero amor, (¡oh! dejadlas de lado!) son ligeras para los rizos, mas, pesadas para el corazón."


"¡Ligeia! ¡Ligeia! Mi hermosura, cuyos mas austeros pensamientos en melodías se expresan: Ah! es tu voluntad ser llevada por la brisa? O siempre caprichosa cual solitario albatros echada sobre las tinieblas (como él sobre el aire) irás escuchando encantada las armonías de las esferas?"

"Ligeia! sea cual fuere tu imagen, ni arte ni magia te separarán de la música. Muchos son los ojos que has encantado con soñolientas fantasías, mas siempre se oyen las arias que producen tus vigilias, al son de la lluvia que sobre la flor gotea y vuelve á bailar al ritmo del aguacero; el murmullo que brota con el crecer de la hierba, — son la música de las cosas. Mas ¡ay! es música va: iada en moldes terres tres! Vuela, pues, adorada, oh! vuela lejos, alas fuentes que límpidas reflejan los rayos de la luna; al solitario lago que sonríe mientras sueña en el profundo reposo que disfruta, con las islas que, cual estrellas, adornan su pecho. Allá donde se deslizan