Página:Tragedias de Sófocles - Leconte de Lisle (Tomo II).djvu/35

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
31
Filoctetes

¿Qué te sucede? ¿No lo dirás? ¿Permanecerás mudo? Pareces estar atacado por algún mal.

Muero, ¡oh hijo! y no puedo ocultaros mi mal. ¡Ay! ¡ay!

¡ay! ¡ay de mí! ¡Me penetra, me penetra! ¡Desgraciado! ¡oh desgraciado! Muero, hijo, me devora. ¡Ay! ¡ay! ¡ay! ¡ay de mí! ¡Te conjuro por los Dioses, ¡oh hijo! si tienes una espada en las manos, corta el extremo de mi pie, corta al punto!

¡No economices mi vida, anda, te lo suplico, ¡oh hijo!

¿Qué te ha ocurrido de nuevo que te haga lanzar tales gritos y lamentos?

Tú lo sabes, ¡oh hijo!

¿Qué?

¿Qué? No sé nada.

Tú lo sabes, ¡oh hijo!


¿Cómo no lo sabes? ¡Ay! ¡ay! ¡ay!

¿Es el terrible dolor de tu mal?

Terrible, en efecto, é indescriptible. Pero ten piedad de mí.