Parte oficial del combate de Pequereque
Incluyo a V E. el parte q. pasó el Comandante de Ca- balleria de Linea del Perú, Dn. Cornelio Zelaya, de la accion q. tubo en Pequereque, punto entre Ancacato y Challapata, con una divísion del enemigo al mando de un Olañeta, quien pr. los informes que me há dado una persona fidedigna, huyó vergonzosamente con cerca de quinientos hombres qe. tenia, y fué á reunirse al grueso del Exto. de que depende. —Dios gue a V E. ms. as. Potosi 27 de Junio de 1813.
—Exmo Señor—M1. Belgrano.
—Exmo Supmo. Poder Executivo.
Desde el dies y ocho del corriente me hallo ocupando este punto pr. haber sabido q. el Enemigo se retiraba; dirigí mis espias á Challapata, y estas me dieron la noticia de q. el Enemigo se hallaba alli: trate de cortar toda comunicacion y al efecto dispuse una abanzada de un oficial un Sargt°. dos cabos, y veinti y cinco solda dos á legua y media de este camparnto, camino de Challapata.—Ayer á las nueve de la mañana montamos el Sargt°. mayor, y yo, y nos dirigimos pa. la abanzada pr. ver si descubriamos algo, y al llegar encontramos un Chasque q. hacia aquel comandante el q. me dijo se acercaba el Enemigo: al momento ordene á mi Sargt°. Mayor retrocediese, y formase á pie la tropa, lo q. verifico, y yo segui adelante con el anteojo á reconocer; lo observé de alguna inmediacion, y en el interin mi abanzada se retiraba en orden: en aquel acto no les descubri mas fuerza q. la de veinte y cinco á treinta hombres de caballeria bien montados; retrogradé hata este campamento, y ordene q. el capitan Zamudio con una parte de su compañía montados en las mexores mulas saliese en auxilio de la abanzada, y al mismo efecto hize fuese el primer Esquadron á pie al mando del Capitan Dn. Jose María Palomeque; siguieron este y aquel hasta enfrentarse con el Enemigo, q. venia ya haciendo fuego á la abanzada, á cuyo tiempo dispuse saliese el Sargt°. Mayor á tomar el mando de la gente q. se hallaba adelante. Quede yo en este punto con el resto de la tropa, y á pocos momentos emprendimos la marcha todos á pie con el mismo rumbo.—Los veinti y cinco o treinta hombres JÜnemigos de q. arriba hablé fueron los q. venian de descubierta pues su fuerza total se componia de ciento cincuenta á doscientos segun aparecieron. El enemigo se vio precisado á retroceder á esfuerzos de mis brabos soldados y oficiales: fue perseguido hasta mas de dos leguas, y no se siguio adelante por ir á pie, y q. la noche se aproximaba; el fuego duró cinco horas y media: tube la desgracia pr. mi parte de q. me asesinarán tres hombres con las manos atadas, despues de rendidos, un Tambor herido, y contuso el Alferez Sarria.—Se le ha observado al Enemigo en su retirada porcion de muertos y heridos, y aunq. ninguno de ellos quedó en el campo, he savido q. de los primeros tendrian como diez ó doce, y de los segundos hasta veinte, segun lo q. se les notó, pues tubieron la precaucion de á unos y á otros recogerlos en sus caballos.—En numero de mi tropa q. se batio á la de ellos fue inferior, pues de mi Gente no hubo otra q. el primer Escudron, abanzada y aparte de la compañía de Zamudio, como antes he dicho. Yo me hallaba á corta distancia con el resto del Regimiento y no hubo precision de mi auxilio.—He tenido á bien bolber á ocupar este punto, en razon de q. estoy enteramte, á pie, q. estoy escaso de municiones y q. de abanzarme mas seria exponerme á ser cortado, segun se dice tienen ellos hasta Oruro muchas partidas en diferentes puntos.—Dios gue. á V S muchos as. campamento en Ancacato veinte de Junio de mil ochocientos trece.
—Cornelio Zelaya.
— Postdata.—En este instante pr. parte q. me dá mi abanzada, y pr. confesion q. me dan algunos naturales acabo de saber q. el Enemigo se retiró á noche á las ocho de ella: no puedo perseguirlo pr. las razones q. arriba he expuesto.
—Señor Mayor Gral Don Estoquio Antonio Diaz Velez.
—Es cocia.—Dor. Anchorena.