Sentado Endïmión al pie de Atlante
Apariencia
- Soneto 16
Sentado Endïmión al pie de Atlante, enamorado de la Luna hermosa, dijo con triste voz y alma celosa: «En tus mudanzas, ¿quién será constante?» «Ya creces en mi fe, ya estás menguante, ya sales, ya te escondes desdeñosa, ya te muestras serena, ya llorosa, ya tu epiciclo ocupas arrogante; ya los opuestos indios enamoras, y me dejas muriendo todo el día, o me vienes a ver con luz escasa». Oyóle Clicie, y dijo: «¿Por qué lloras, pues amas a la Luna que te enfría? ¡Ay de quien ama al sol que solo abrasa!»