y de que no se podria hablar con la exactitud que quisiéramos, la mas antigua de que la historia hace mencion fué la que, segun Diodoro de Sicilia, fundó en Egipto el rey Osymandias que vivió mas de doce siglos antes de J. C.
Pisistrato fué el primero que formó una biblioteca en la Grecia; la colocó en Atenas, pero fué transportada á Persia por órden de Xerges. En una época posterior se asegura que fué devuelta por Seleuco Nicanor á los Atenienses.
Los Tolomeos pudieron reunir á costa de inmensos sacrificios en Alejandria, su capital, mas de cien mil manuscritos sobre las literaturas latina, griega, india y egipcia. Se aumentó considerablemente sin que sea posible fijarse en el número de volúmenes que llegó á poseer, pues es grande la divergencia que existe entre cuantos han escrito de esta materia; en lo que convienen todos es en que hallándose establecida en el Bruchion, uno de los mas hermosos cuarteles de Alejandria, fué presa del incendio que sufrió aquella ciudad, cuando sitiada por Julio Cesar, se vió este precisado á quemar la escuadra que estaba en el puertoesinotoibentaon n 167 La de Serapion ó templo del dios Serapio fué destruida por los cristianos, cuando el emperador Teodosio el Grande mando destruir todos los templos de los dioses del paganismo..
Las primeras bibliotecas de Roma fueron establecidas por Palion, Asinio y Luculo, que las arrebataron de los pueblos que habian vencido. Posteriormente Julio Cesar estableció una en el monte Palatino y nombró su bibliotecario al célebre Varron, el mas sabio de los romanos. Con el tiempo llegó Roma á poseer veinte y ocho bibliotecas, entre las cuales la mas magnífica era la Ulpiana, fundada por Trajano, que contenia cien mil volúmenes. Todos estos tesoros de ciencias fueron destruidos en gran parte por los bárbaros y por los iconoclastas.
En el Siglo IX tenian los árabes dos bibliotecas muy conside-
