Página:Don Segundo Sombra (1927).pdf/214

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 212 —

nazo. Por mi parte había calculado bien. A todo correr, el pecho del bayo dió en la paleta del toro.

Ayudé el envión con el cuerpo. Quedamos clavados en el lugar del tope. El toro saltó como pelota, se dió vuelta por sobre el lomo.

Había hecho una cosa peligrosa entre todas.

Agarrar un animal, en toda la furia, a la cruzada, es un alarde que puede costar el cuero si la velocidad de cada animal no está calculada con toda justeza.

¡Buen principio que me comprometía para el trabajo bruto iniciado!