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Meditabunda y callada
A orillas de la quebrada
Está la infelice Flor;
Contemplando la corriente,
Cual se escurre muellemente
Con monótono rumor.
Vanse las aguas vertiendo,
Y ella las aguas siguiendo
Con sus ojos triste va;
Porque en cada gota suelta
Ve alguna memoria envuelta
De amarga infelicida.
A veces suspira ella,
Y vierte dulce querella
Que al fin concluye en gemir;
Y á veces el agua agita
Con alguna piedrecita
Que en el fondo va á morir.
A veces mana tranquila