parathion y el paraquat al lastimar la epidermis y penetrar al organismo convierten el repetido “luego de curar hay que lavarse bien las manos" en un discurso ine■caz (Benencia, R. y J. Souza Casadinho 1993). Sabemos que ésta es sólo una dimensión del problema constituido en la intersección del proceso de trabajo y el proceso de desgaste y daño a la salud que configura para estos trabajadores, patrones especí■cos de morbi-mortali- dad. Otras cuestiones se articulan con esta problemática cuyo tratamiento analítico excede los propósitos de este trabajo pero que juegan un papel relevante en la configuración, reproducción y/o transformación de la misma. Mencionaremos brevemente dos de ellas. Por un lado el abordaje que desde el Estado se hace de la relación entre el proceso de trabajo y la salud-enferrnedad de los trabajadores. En general, si bien se trabaja con un enfoque interdisciplinario que pone en relación el ambiente de trabajo y el cuerpo del trabajador, se sigue manteniendo la teoría dela multicausalidad. La enfennedad es producida por un conjunto de factores de riesgo. Si bajo esta perspectiva los riesgos son entendidos como “particula- ridades” naturalizadas de los objetos y medios de trabajo, como podría ser el caso de los pesticidas, se procede a descontextualizar las razones estructurales del uso de tales objetos y medios. Las medidas que deberían asegurar la salud del trabajador, terminan por convertirse en intervenciones puntuales: se hace énfasis en la utilización de equipos de protección individual en detrimento de lo que podría signi■car una protección colectiva. (Minayo, C. y Da Fonseca, S. 1995) En la producción hortícola, los gastos por accidentes y enfermedades relacionadas con la manipulación de agroquímicos son imputados a los traba- jadores, ya que se los concibe como consecuencia de la ignorancia y de la negligencia, constituyendo una doble penalización. Una segunda cuestión relacionada es la carencia de contratación laboral fonnal de estostrabajadores. Ello vuelve especialmente difícil negociar mejores condiciones de trabajo así como emprender acciones colectivas en defensa de su salud. El miedo de perder el empleo, inhibe frecuentemente la gestión de acciones reivindicativas dirigidas a las instancias responsables de garantizar su salud en el trabajo. 112 equipos deterioradas manipulando productos de altísima toxicidad que, como el
