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Creo que los límites que separan los dominios da los diccionarios de los de la gramática teórica quedarán señalados con precisión, si no privamos á las enseñanzas de esta última del carácter de universalidad que les corresponde.

Cierto es que la gramática práctica sí toma en cuenta hechos aislados; pero sólo en el número que basta para formar las generalizaciones que enseña la gramática teórica ó para atender á las necesidades del habla; pero no á las exigencias de erudición recóndita falta casi siempre de aplicación. ¿Qué necesidad puede haber de esas cansadas interminables listas de excepciones formadas por palabras que por caso raro ocurren tal cual vez en libros no menos raros? Si urge la necesidad de fijar, por ejemplo, el significado ó el género de tales voces, nada es más fácil que acudir al diccionario que sí debe contenerlas.

No por esto se crea que me he limitado á dar reglas geuerales haciendo caso omiso de las excepciones; también hago el recuento de éstas; pero sólo menciono las usuales ó las que ofrecen especial dificultad.

Antes de concluir, manifestaré que he procurado estudiar nuestra lengua en las obras de los que mejor la han conocido; de suerte que espero haberla presentado tal como aparece en los escritores más correctos, castizos y elegantes.

Para conseguirlo, me he servido de las autoridades que durante largos años he recogido de mis lecturas, y en parte me he aprovechado también del caudal inmenso de citas, acumulado con portentosa erudición por el eminente sabio D. Rufino José Cuervo. De esta suerte las doctrinas enseñadas no tienen por fundamento ejemplos formados antojadizamente por el mismo autor de la regla dada, los cuales ni añaden nueva autoridad á lo enseñado, ni son nueva probanza de ello.

Al presentar cuál es el uso de los mejores escritores, se da á conocer cuál es la índole de nuestra lengua y cuáles son sus tendencias. Para redimirlo de la nota de empirismo, lo he justificado cuando ha sido dable hacerlo.

En el conflicto de usos contrarios, he creído que debe prevalecer el que está más extendido, el que se ha conservado por más largo tiempo y cuenta de su parte con autoridades más respetables. Así también debe preferirse el uso apoyado en sólidos fundamentos al puramente empírico.

No he perdido de vista las luminosas enseñanzas de sabios co-