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Historia

perdido ó haberse restituido el estado de la inocencia, en que un poquito de tiempo, que se dice no haber pasado de seis horas, vivió nuestro padre Adan. No tenian armas algunas, sino eran unas azagayas, que son varas con las puntas tostadas y agudas, y algunas con un diente ó espina de pescado, de las cuales usaban más para tomar peces que para matar algun hombre, tambien para su defension de otras gentes, que, diz que, les venian á hacer daño. Desta gente que vivia en estas islas de los lucayos, aunque el Almirante da testimonio de los bienes naturales que cognosció dellas, pero cierto mucho más, sin comparacion, despues alcanzamos de su bondad natural, de su simplicidad, humildad, mansedumbre, pacabilidad é inclinaciones virtuosas, buenos ingenios, prontitud ó prontísima disposicion para recibir nuestra sancta fé y ser imbuidos en la religion cristiana; los que con ellos mucho en esta isla Española, conversamos, ansí en las cosas espirituales y divinas, diversas veces, comunicándoles la cristiana doctrina, y administrándoles todos los siete sanctos Sacramentos, mayormente oyendo sus confesiones, y dándoles el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, y estando á su muerte, despues de cristianos, como abajo en el segundo libro, cuando destas islas y gente dellas, que digimos llamarse lucayos hablaremos, placiendo á nuestro Señor, parecerá. Y verdaderamente, para, en breves palabras, dar noticia de las buenas costumbres y cualidad que estos lucayos y gente destas islas pequeñas, que así nombramos, tenian, y lo mismo la gente de la isla de Cuba, aunque todavía digo, que á todas hacia ventaja esta de los lucayos, no hallo gentes ni nacion á quien mejor la pueda comparar, que á la que los antiguos y hoy llaman y llamamos Seres, pueblos orientales de la India, de quien por los autores antiguos se dice ser entre sí quietísimos y mansísimos; huyen de la conversacion de otras gentes inquietas, y por este miedo no quieren los comercios de otros, mas de que ponen sus cosas en las riberas de un rio sin tratar con los que las vienen á comprar del precio, sino que segun que les parece que deben de dar le señalan, y ansí