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de las Indias.

rasgaban los cielos; viendo esto las doncellas, súbito, se dejan caer á la mar, y los indios que estaban en las canoas comenzaron á apartarse de los navíos y á tirarles flechazos muy á menudo, y los que venian nadando, diz que, traian sus lanzas con el agua encubiertas. Debia ser tirar las flechas y traer las lanzas por defensa de las muchachas, ya que se arrepentian de se las haber dado, porque no se las tornasen á tomar. Visto esto, los cristianos que no sufren á los indios muchos juguetes, saltan en las barcas y van tras ellos; embisten las canoas y anéganselas, matan 20 dellos, y acuchillan y alancéanles muchos, no del todo muertos. Sálvanse á nado todos los que pudieron; de los cristianos quedaron heridos cinco, pero no padecieron peligro alguno. Cogieron de las muchachas dos, y tres de los hombres prendieron; van luego á las casas, no hallaron más de dos viejas y un hombre enfermo; no quisieron quemar las casas porque les pareció tener escrúpulo de conciencia, dice Américo. Harto fuera mejor, y con ménos escrúpulo de conciencia se hiciera, dejarlos ir y mostrarles mansedumbre, y darles á entender que no les querian hacer mal, por señas, ni venian á eso, enviándoles de las cosillas de Castilla, y vencieran el mal con bien, é fuera cristiano ejemplo, pero no iban á esto sino á buscar oro y perlas. Volviéronse á sus navíos con sus cinco captivos, echaron los tres hombres en hierros; una noche, las dos muchachas y uno de los presos, que se soltó sotilmente, se echaron en la mar y dellos se descabulleron. Alzan las velas de este puerto, y vánse 80 leguas la costa abajo, y esta fué la tierra de Paria, que habia descubierto el Almirante, como pareció arriba, donde hallaron otra gente, de aquella, en lengua y conversacion, muy diversa; surgieron con sus anclas, saltaron en las barcas para ir á tierra, vieron sobre 4.000 personas en la ribera. No esperaron los indios de miedo, ántes á los montes, dejando cuanto que tenian, huyeron. Salidos los cristianos á tierra vánse por unos caminos, hallaron ciertas chozas y muchas, que fuesen de pescadores creyeron; hallaron muchos fuegos, y en ellos pescados de diversas maneras,