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Historia

para comer, y la muchedumbre de pueblos de la isla de Jamáica, diciendo que ninguna otra se le igualaba de las que hasta entónces habia visto. Vido una bahía muy hermosa con siete isletas á la ribera de la mar, y que tenia la isla tierra altísima, que le parecia que excedia la media region del aire, donde se congelan las impresiones; toda la tierra muy poblada por todas partes. Juzgaba que bojaba 800 millas, pero despues que la vido bien, á otro viaje, declaró que ternía de largo 50 leguas y de ancho 20; mucho quisiera descubrirla y verla más, segun le parecia tan bien, sino por la falta de bastimentos y la mucha agua que los navíos hacian. Hízole buen tiempo y volvió hacia el leste, camino desta isla Española, mártes, 19 de Agosto, y la postrera tierra della, que fué un Cabo que se mira con esta isla, le puso nombre el cabo del Farol; y miércoles, 20 de Agosto, vido el cabo ó punta occidental desta isla Española, al cual puso nombre cabo de Sant Miguel, que agora se llama el cabo ó punta del Tiburon, dista de la punta oriental de Jamáica 25 ó 30 leguas. Sábado, 23 de Agosto, vino á los navíos un señor ó Cacique de aquella tierra, nombrando «Almirante, Almirante,» y otras palabras, de donde coligió el Almirante que aquella tierra que llamó cabo de Sant Miguel debia ser toda una con esta isla, porque hasta entónces no sabia que fuese esta isla Española. En fin deste mes de Agosto fué á surgir á una isleta que está junto á esta isla, que parece desde la mar como vela, porque es alta, y llamóla el Almirante Alto Velo, y dista de la isleta Beata, que así se llama, 12 leguas; mandó subir en lo alto de aquella isleta para descubrir los otros dos navíos que se le habian perdido de vista, y volviéndose los marineros á embarcar, mataron ocho lobos marinos que dormian en el arena descuidados, y muchas aves, porque no huian de la gente por no estar poblada, y así esperaban que las tomasen ó matasen; esperó allí á los otros dos navíos, los cuales, á cabo de seis dias, vinieron, y todos juntos, los navíos, fueron á la Beata, isleta, y de allí, costeando, pasaron hasta llegar á una ribera que tenia una muy hermosa vega toda llena de pueblos, y tan