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al profesor de cirugía, tal como se le pagaba al Dr. Blest, se restablecieron las antiguas tareas escolares.

En 10 de Julio de 1841, el rector del Instituto contestaba en los siguientes términos á una nota interrogativa del Gobierno:

«1.° Que son solo cuatro los que estudian medicina y cirujía, enseñados al mismo tiempo por los señores Blest y Sazie.

2.° Estos señores dicen que concluirán dentro de tres meses.

3.° Tambien dicen que dan tres lecciones a la semana, empleando en cada leccion dos horas, y no debe empezarse curso todos los años, sino de dos en dos, a no ser que se duplique el número de los catedráticos.

El señor catedrático Lafargue, entre alumnos y oyentes, cuenta trece discípulos, de modo que el total de los cursantes es diez y siete, en este número no entran los cinco discípulos del difunto Morán, que, aunque examinados y aprobados, se hallan sin catedrático. Talvez lo conseguirán dentro de tres meses o cuando el gobierno lo hallare por conveniente.

Dios guarde a Ud.—Francisco Puente

Siendo ministro don Manuel Montt, en 1842, activó la terminación de lás clases y pasó varias notas al rector investigando el estado de los estudios y la asistencia de los profesores principalmente del Dr. Sazie.

A un informe, pedido por el mismo ministro, en 19 de Abril de 1842, el rector Puente responde así:

«Santiago, 23 de abril de 1842.

Señor: Los estudiantes de la clase superior del Señor Blest no necesitan de la asistencia de este catedrático, pues, por una especie de decencia los está entreteniendo con cualquier cosa dando lugar a que concluya el Señor Sazie.

Este señor parece haber concluido también, según informe del señor Blest y de los estudiantes; pero empeñado aquél en que se han de graduar en medicina, los detiene en los mismos ramos de que ya han dado exámen, a pesar de la oposicion que le ha hecho el señor Blest, sin que este haya conseguido nada. Es cuanto puedo informar sobre la materia.»

El rector Antonio Varas en 1844 se quejaba de varias irregularidades y atrasos de la Escuela Médica, de la falta de cumplimiento de los estatutos orgánicos, de que las clases se traspasasen con exceso del número de años señalados á su duración, lo que, indudablemente, acarrearía el desaliento para los educandos, y la retracción para los que deseasen abrazar dicha carrera.

Para informar al ministerio del ramo, sobre el estado de los cursos, pidió datos, el rector don Francisco Puente, al administrador Barros del hospital de San Juan de Dios procediendo