Página:Jesus Maria letter (1651).djvu/7

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La gente deste lugar es muy pora y todos trabajan sin que se nos de nada. No sacamos más del trabajo y cansancio. Dicen que deste modo que no quieren trabajar sin que les pague, y yo tampoco quiero que trabajen de balde.

Señor, lo que me dijo el señor gobernador fue esto. —Prestame la tierra, que despues, dejando el gobierno, se te volverá. —Dijame esto, pero ahora me dizen que es todo tierra del Rey. Si estuviera en Apalache, donde hay mucha gente que le sirvan, yo también le sirviera si estuviera lejos. Siempre le sirvieramos a su merced, la ley de Dios y lo que el Rey manda. No lo he de dejar. Por amor de Dios, vuestra merced, que es principal y está en lugar del Rey, humildemente pido me perdone esta tierra que Dios me ha dado, aunque mala, temiéndome que su merced se enojase por no le disgustar. Se la presté, que de ningun modo se la vendí. Esto sabrá, vuestra merced. Señor, humildemente, ruego me oiga. Dé Dios a vuestra merced buena salud. Yo tengo salud a Dios gracias. San Miguel de Asile. El cacique Manuel digo esto.


Certifico yo Fray Alonso Escudero, guardián del convento de Santa Cruz de Tari, que esta copia de carta concuerda con una original escrita por el cacique Manuel de Asile en su lengua, para cuya traducción me la entregó el sargento mayor, Don Pedro Benedit Horuytiner, gobernador y capitán general destas provincias. La cual hice bien y fielmente, a mi leal saber y entender. Y está cierta y verdadera, en San Agustín de la Florida en nueve de diciembre de mil seiscientos y cinquenta y uno años.

Fray Alonso Escudero.