Página:Julio Cortázar y el relato fantástico.djvu/37

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paródicos, como en el apellido de la familia Epifanía (epipháneia: "manifesta- ción", "aparición" en el sentido divino) y cuyas hijas forman parte del exaltado público que mani■esta su entusiasmo. Esta última palabra aparece una consi- derable cantidad de veces en el texto (enthousíasmós: “inspirado por los dioses") para señalar la actitud del público. Finalmente, el avance de la mujer de rojo, sus movimientos hipnóticos, su mirada ■ja , los miembros de la multitud que se le van sumando atrás suyo en el camino hacia el maestro, conforman la descripción de una ceremonia en la que la música constituye un templo de adoración y sacri■cio ritual “un Karnak de sonido porcuya nave avanzaban paso a paso la mujer roja y sus seguidores” (M,52). “Las ménades" expone la ambigüedad de sentidos condensados en Ia imagen de la multitud, y muestra en forma paradigmática algo que atraviesa la narrativa de Cortázar, “una escritura contradictoria de la nostalgia: todo aquello que se propone como futuro de la escritura, se convierte súbitamente en ‘pasado’ arcaico del sujeto”? A■rmado en la certeza de posesión de los espacios e instrumentos de la cultura dominante, el narrador rechaza ante todo la sensibilidad de una muche- dumbre que no sabe distinguir las formas, los estilos y sobre todo que no distingue el arte de la vida. Un“gusto bárbaro” es elque confunde la signi■cación estética con la emoción, y compromete los límites de la subjetividad individual participando de una “cosa ge/atinosa”e indiferenciada. Pero al mismo tiempo y de manera con■ictiva, en este relato el “gusto bárbaro” coincide con el “volverse salvaje"‘° y con otros tópicos de la vanguardia. Alli es donde, junto a Rimbaud (punto de partida estético de Cortázar), las ménades, los monstruos y las bandas pueden decir: “me gustaban los cuadros idiotas, las cornisas, los escenarios y las telas de los saltimbanquis, los rótulos populares; me gustaba Ia literatura pasada de moda, el latín de la iglesia, los libros eróticos sin ortografia, las novelas de nuestros abuelos, los cuentos de hadas, los Iibritos para niños, los viejos libretos de las óperas, los refranes insulsos y los ritmos ingenuos“Ï La aparición de lo sagrado ligada» a la multitud no carece de elementos