Página:La Condenada (cuentos).djvu/103

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Un funcionario


Tendido de espaldas en el camastro, y siguiendo con vaga mirada las grietas del techo, el periodista Juan Yáñez, único huésped de la sala de políticos, pensaba que había entrado aquella noche en el tercer mes de su encierro.

Las nueve... La corneta había lanzado en el patio las prolongadas notas del toque de silencio; en los corredores sonaban con monótona igualdad los pasos de los vigilantes, y de las cerradas cuadras, repletas de carne humana, salía un rumor acompasado; semejante al fuelle de una fragua lejana o a la respiración de un gigante dormido; parecía imposible que en aquel viejo convento, tan silencioso, cuya mina resultaba