Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/58

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términos, es decir, del lenguaje empleado. Multitud, contemporáneos, posteridad, eternidad, originalidad, humanidad, impresión, vida, naturaleza. Aquéllos capaces de comprender las obras del genio, son individuos aislados, que corresponden a la posteridad, por lo que las obras maestras tardan en ser reconocidas pero no envejecen. Y concluye Schopenhauer, hay una asimetría en la apreciación de la obra entre posteridad y contemporáneos: "el aplauso de la posteridad se compra, por lo general, a costa del desdén de los contemporáneos, y a la inversa"? No es de extrañar, con todo esto, que el héroe no aprecie la sonata la primera vez que la escucha. Pero lo que falla, más que la comprensión, es la memoria incapaz de retener la multiplicidad de impresiones que se dan sucesivamente. Sin embargo, con nuevas audiciones notamos que reconocemos lo que no creíamos recordar, por lo que la memoria ha ido guardando esas impresiones musicales, que pueden luego aparecer sin ser busr adas. La sonata de Vinteuil es objeto de descubrimientos por estratos, de las zonas más conocidas, es decir más accesibles por comunes, a las zonas más originales, obscuras y profundas, que proponen visiones individuales. Como se aprecia, la dificultad de desciframiento de las impresiones musi- cales ha experimentado variantes importantes con respecto a los textos anteriores: l) A pesar de una nueva y notoriamente errónea interpretación material de imágenes paisajísticas y de lugares y personas conocidas, por parte de Swann, el narrador plantea directamente la interpretación de la sonata en sí misma y en el tiempo; ll) La memoria involuntaria es ahora capaz de retener impresiones musicales puras (sin modificar y aún sin ser comprendidas), para que reaparezcan en sucesivas audiciones. El tiempo y la retención musical de la memoria condicionan así la interpre- tación correcta de las obras musicales. La memoria involuntaria procede aquí según la doctrina que se expondrá en Eltiempo recobrado, esto es, mantiene y aísla las impresiones como tales, sin modificación de la perspectiva del presente, por lo que pueden ser reencontradas sin desvirtuación, aunque no por el lo comprendidas necesariamente y de inmediato. Puesto que las composiciones son autónomas y la interpretación debe respetar este modo de ser, la memoria de impresiones musicales y la asociación con otras impresiones evocadas, se desnatural ¡za cuando pasa de la historia emocional de un amor (lo que ya importa desviación) a las 59 proustianas, sino por la necesidad de apreciar directamente las coincidencias de