los mismos términos que los de la saga y la sacerdotisa que analizamos. Sólo que su poder nocere al enamorado, y viene en su perdición, con lo que probablemente se alude a la función de «tercera» que también parecía desem- peñar la hechicera. Este nocere es la acción que le corresponde en relación con el enamorado pobre; daña al poeta porque favorece al diues amator. La lena actúa en beneficio de la mujer, balanceando la disponibilidad de ayudantes mágicos. Sin duda, como ya ocurría en la comedia, el mayor beneficio que procura la lena es el de conseguir amantes ricos para su protegida. De este modo encontramos, en el personaje de la hechicera, y en el de la lena de 1.5, la conocida figura que reconocemos en la Celestina, mezcla de bruja y mediadora de amores ilícitos. La segunda lena aparece en la elegía 2.6: lena nocet nobis, ipsa puella bona est; lena necat miserum Phryne furtimque tabellas occulto portans itque reditque sinu; saepe, ego cum dominae dulces a limine duro agnosco uoces, haec negat esse domi; saepe, ubi nox mihi promissa est, langere puellam nuntiat aut aliquas extinuisse minas. vv.44-50 la lena nos daña, nuestra amada misma es buena; la lena Frine me pierde, mísero, y furtivamente va y viene levando tablilla en su oculto regazo; frecuentemente, cuando yo reconozco voces dulces en el duro umbral de mi señora, ella niega que esté en casa; frecuentemente, cuando una noche me ha sido prometida, me anuncia que mi amada languidece o ha tenido algunas amenazas. La lena aparece con el nombre propio de Frine y sus rasgos la diferencian, en parte, de la anteriormente presentada. Esta mujer se asemeja más al personaje tradicional de la comedia, la lena ocupada de cuidar a su pupila y procurarle amantes convenientes. Actúa como mediadora en los amores ilícitos, como la de la elegía 1.5, pero su métodos son los propios de la «alcahueta», tal como se presentan en la comedia. El personaje resulta una 98
