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— Cuando una persona quería visitar de noche a sus re- laciones, tenía que hacerse acompañar por un negrito es- clavo que llevaba un farol para alumbrar los buenos pasos. Pues bien, Vértiz fué el primero que dió a la ciudad un sis- tema de iluminación.
— Si, ¡de velas de sebo!
Visitas con esclavo y farol, en la época colonial.
—Es cierto, pero los vecinos se lo agradecieron como hoy agradecemos la luz eléctrica.
— ¿Qué más hizo Vértiz? señor.
— Nombró empleados que debían recorrer los diferen- tes barrios para conocer sus necesidades y vigilarlos. Hizo construir el primer teatro, que se llamó «Casa de come- dias» y estuvo situado en el lugar ocupado después por el antiguo mercado del Centro. Fundó un asilo de men- digos, un hospital y una casa de huérfanos; y, en fin, rea-
