Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/243

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Luego pues que teneis vosotros todos un origen comun , vosotros tendreis regularmente hijos que se os asemejen. Pero podrá suceder que un ciudadano de raza de oro tenga un hijo de raza de plata , y que otro de raza de plata dé al mundo un hijo de la de oro, y que suceda lo mismo respecto de las otras razas. Por tanto, manda Dios principalmente á los magistrados, que se ocupen sobre todo en conocer de qué metal está compuesta el alma de cada uno de sus hijos : y si encontrase en ellos alguna mezcla de hierro ó de cobre, que no les hagan ninguna gracia, sino que los echen al estado que corresponda á su naturaleza, ora sea de artesano, ora de labrador. Tambien quiere Dios, que si estos últimos tienen hijos que participan del oro, ó de la plata , que los levanten á estos á la condicion de guerreros , y á aquellos á la dignidad de magistrados: porque hay un oráculo (39) , que dice , que la república perecerá, quando sea gobernada por el hierro , ó por el cobre. Sabeis vos algun medio de persuadirles que esta fábula es una verdad? Glauc. Yo no encuentro ninguno de convencer á estos de quienes hablamos: pero bien creo que se podrá persuadir esto á sus hijos , y á los que nacerán despues. Soc. Pues esto nos bastará para inspirarles el amor de la patria y de sus conciudadanos , porque algo entiendo de lo que vos quereis decir: y esta invencion tendrá los buenos efectos que quisiese darle la fama (40). Armemos ahora estos hijos de la tierra, y