Júpiter, sentado en el trono de oro y piedras preciosas y llevando en la mano el cetro de ciprés, tiene a sus pies el águila, cuyo plumaje de acero refleja mil diversos colores: los rayos, sus terribles armas, yacen en el suelo. A su derecha está su esposa, la celosa JUNO, con refulgente diadema y el vanidoso pavo real. A su izquierda, la sabia Palas (Minerva), hija y consejera, adornada de su casco y terrible égida, ciñiendo el verde olivo y sosteniendo gallardamente su pesada lanza. Formando severo contraste está Saturno, acurrucado y mirando desde lejos tan hermoso grupo. En gracioso desorden hállase la hermosa VENUS, recostada en un lecho de rosas, coronada de oloroso mirto, y acariciando al AMOR; el divino APOLO, que pulsa blandamente su lira de oro y nácar y jugando con las ocho Musas,[1] mientras que Marte, Belona, Alcides y Momo cierran aquel círculo escogido. Detrás de Júpiter y de Juno se hallan Hebe y Ganimedes. Hacia el lado derecho de Júpiter se halla la Justicia, sentada en su trono, teniendo en las manos sus atributos.
Los Dioses y las Diosas y las ocho Musas mencionados. Llegan la musa Terpsícore[2] primeramente, y después las Ninfas, las Náyades y las Ondinas, bailando y esparciendo flores al son de las liras de Apolo y de Erato y de la flauta de Euterpe. Después de la danza, todos se colocan a ambos lados del escenario.
- ↑ Las musas eran nueve hermanas, hijas de Júpiter y de Mnemosina, diosa de la memoria. He aquí los nombres de las ocho que aquí se citan: Calíope, musa de la poesía heroica; Melpomene, musa de la tragedia; Talla, musa de la comedia; Polimnia, musa de la retórica; Erato, musa de la poesía lírica; Euterpe, musa del canto y de la música; Uranta, musa de la astronomía: y Clío, musa de la historia.
- ↑ Terpsícore, musa de la danza, es la última de las nueve hermanas.