Página:Quo vadis - Eduardo Poirier tr. - Tomo II (1900).pdf/391

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
385
QUO VADIS

do empeño á subir al poder. Fenio Rufo le ama; los parientes de Aneo le son completamente adictos. Plaucio Laterano y Tulio Senecio se dejarían echar al fuego por él; de igual manera Natal, y Subrio Flavio, y Sulpicio Asper, y Afrinio Quincio, y aún Vestinio.

—De este último bien poco ha de resultar en favor de Pizón,—replicó Petronio.—Vestinio tiene miedo hasta de su propia sombra.

—Vestinio teme á los sueños y á los espíritus,—contestó Escevino, pero es un hombre práctico, á quien el pueblo, muy cuerdamente, quisiera nombrar cónsul. El hecho de que desde el fondo de su alma sea contrario á las persecuciones de que se ha hecho víctimas á los cristianos, debiera ser para tí una cualidad que te predispusiera en su favor, pues á tí también te importa que cese ya esta locura.

—No á mí, sino á Vinicio,—contestó Petronio.—Por consideración á Vinicio, quisiera yo salvar á cierta doncella!

más no lo puedo, pues he perdido ya el favor de Enobardo.

—¿Cómo es eso? No has notado entonces que el César ahora se te acerca nuevamente y empieza a conversar contigo? Y te diré por qué. Se está preparando para el viaje á Acaya, adonde piensa entonar los cantos en griego de que es autor. Arde ya en deseos de emprender ese viaje; pero, tiembla también al pensar en la indole cínica de los griegos. Se imagina que allí ha de alcanzar, ó el mayor de los triunfos, ó la més tremenda de las derrotas. Necesita, pues, de buen consejo, y sabe que ninguno sabrá dárselo mejor que tú. Esta es la razón porque ya empiezas á recobrar su favor.

—Lucano podría ocupar mi puesto.

—Barba de—Bronce aborrece á Lucano, y en el fondo de su alma tiene ya dictada la sentencia de muerte contra el poeta. Sólo está buscando el pretexto, porque, ya sabes que él necesita siempre tener un pretexto.

—Por Cástor!—dijo Petronio.—Es muy posible. Pero yo

Tomo II
25