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QUO VADIS

A la mañana siguiente, la fiel Actea envolvió su cuerpo en costosas telas y lo incineró en una pira llena de perfumes.

Y así pasó Nerón como un torbellino, como una tormenta, como un incendio, como pasa la guerra y pasa la muerte; pero la basílica de San Pedro gobierna hasta ahora, desde las cumbres del Vaticano, á la ciudad y al mundo.

Cerca de la antigua Puerta Capena existe hasta hoy día una pequeña capilla que lleva esta inscripción, algo borrada por el tiempo: ¿Quo Vadis, Domine?

FIN