Página:Quo vadis - Eduardo Poirier tr. - Tomo I (1900).pdf/325

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
315
QUO VADIS

quien envolviera su propia vida y la vida de Ligia en una complicación tan inextrincable, que era difícil poder encontrarle una salida.

Y bajo la desalentadora influencia de esa impresión de pesar impotente, así habló: —¿Sabes que tú eres más feliz que yo? Tú estás en pobreza y viviendo en este solo aposento, en medio de gentes sencillas; mas tú tienes tu religión y tu Cristo. Pero yo solo te tengo á tí, y cuando huiste de mi lado no era yo sino una especie de mendigo, sin techo que lo cobijase, ni pan que le alimentara. Tú eres más cara á mi corazón que todo el resto del mundo. Yo te busqué, porque no podía vivir sin tí. No anhelaba placeres ni fiestas y mostrábame rebelde al sueño. A no haber sido por la esperanza de encontrarte, me habría echado sobre mi espada. Pero temí á la muerte, porque muriendo ya no podría volverte á ver. Digo la verdad pura, cuando te afirmo que no podré vivir sin tí. Hasta ahora solo me ha sostenido la esperanza de encontrarte y volver á posar en tu rostro mis ojos.

¿Recuerdas nuestras conversaciones en casa de Aulio? Un día trazaste un pescado en la arena, y entonces no supe cual era su significación. ¿Recuerdas que jugamos á la pelota? Yo te amaba ya más que á mi vida, y tú á la sazón habías empezado á adivinar mi amor. Aulio vino, interrumpió nuestra conversación y me atemorizó con Proserpina. Y Pomponia, al separarnos, dijo á Petronio que Dios era uno, justo, y todo poderoso; mas entonces ni por asomo ocurrióseme que Cristo era su Dios y el tuyo. Te reciba yo de manos de tu Dios y le amaré, aun cuando antójaseme que solo es un Dios de esclavos, extranjeros y mendigos. Tú estás sentada cerca de mí, y sin embargo solo en El piensas. Piensa en mí también, si no quieres que te aborrezca. Para mí tú, y solo tú, eres una divinidad. Benditos sean tu padre y tu madre; bendita la tierra donde viste la luz! Quisiera poder rodear tus pies con mis brazos y á tí elevar mis plegarias, y á ti rendir todo honor, y