108 - HUMBERTO SALVADOR
causa de las neurosis era un trauma sexual sufrido en la in- fancia, una seducción o algún otro suceso análogo, capaz de producir una conmoción violenta en la vida anímica,
La observación de que los relatos de los enfermos estaban en relación con los síntomas neuróticos, por una parte, y con elementos sexuales, por otra, planteó a Freud este problema: ¿Cómo obra y qué significan las fantasías de los relatos, que aparecen en las asociaciones libres? Concluyó que detrás de las fantasías se ocultan fenómenos inconscientes. Estaba ahí la sexualidad infantil, y las asociaciones fantásticas, eran dis- fraces que ocultaban los actos autoeróticos de la niñez.
En el autoerotismo infantil puso Freud la clave de su doc- trina.
Existe una vida sexual intensa en la infancia. En la pu- bertad no se hace sino “poner todo el material somático y psi- quico, ya existente, al servicio de la función reproductora.”
Durante la época de la lactancia, la satisfacción de los ins- tintos sexual y de nutrición constituyen un solo acto: mamar.
El seno de la madre es para el niño una bella fuente de vo- luptuosidad. La observación de los enfermos nerviosos indica, cuando se reconstruye la historia de las emociones más remo- tas, que la imagen entrañable del seno materno, perdura incons- cientemente a través de toda la vida, como símbolo de la emo- ción de vivir. -
En la mujer, esos fenómenos emotivos se refieren al instin- to maternal, combinado con el sexual. Algunas mujeres, en su lenguaje íntimo, confunden las palabras “seno”, “regazo”, “corazón”.
Goza sexualmente el niño al sentir en su boca el seno de la madre. Sexualmente goza la madre, al sentir su seno en la boca del niño. Escondidas en la subconsciencia están estas finas voluptuosidades.
En la cuna y en la alcoba, palpitará el seno femenino. Bro- ta un bello poema de Freud, sintetizado en una sola expresión: “todo amor de mujer tiene algo de amor de madre; todo amor de madre, tiene algo de amor de mujer”.
Es cierto. Las mujeres que nos quieren sienten para nos- otros ternura y egoísmo de madres.
Comprendido así el amor maternal, sorprendidas sus raíces en el instinto y en el sexo, la madre es una imagen emotiva, elevada, humana.
