Cancionero (Petrarca)/Tras tres días creada el alma en parte
Tras tres días creada el alma en parte
ya podía aplicarse a cosas nuevas,
y despreciar lo para muchos premio;
y así dudosa de su escrito curso,
pensando, sola, principiante, y libre
en primavera entró en un bello bosque.
Había tierna flor en aquel bosque
el día antes arraigado en parte
que no podía alcanzar el alma libre;
pues tales lazos vi de formas nuevas,
e incitaba tal placer allí mi curso,
que perder libertad era allí el premio.
Caro, alto, dulce, y fatigoso premio,
¡qué presto me volviste al verde bosque,
desviándome en mitad de este mi curso!
Después busqué en el mundo, parte a parte,
verso, piedra o jugo de hierbas nuevas,
que me hiciesen la mente otra vez libre.
Mas, ay, que hoy veo que la carne libre
será del nudo donde está su premio,
antes que antiguas pócimas o nuevas,
sanen la herida que formó aquel bosque,
lleno de espinas, donde hallé tal parte
que cojo salgo de él, y entré en gran curso.
Por entre abrojo y lazo un duro curso
llevo al final, donde ligera y libre
planta conviene, y sana en toda parte.
Mas Tú, Señor, que por piedad das premio,
dame Tu mano diestra en este bosque;
venza Tu sol a mis tinieblas nuevas.
Guárdame bien de las delicias nuevas,
que, interrupiendo de mi vida el curso,
me han hecho habitador de umbroso bosque;
vuelve, si puede ser, sin lazo y libre
mi errante esposa, y tuyo sera el premio,
si la he de hallar contigo en mejor parte.
Parte por parte he aquí mis dudas nuevas:
si algún premio merezco, o perdí el curso,
si el alma es libre, o se quedó en el bosque.