Carta de Don Alfonso Carlos a Fal Conde sobre la cuestión sucesoria
Querido don Manuel Fal Conde:
Como probablemente iré pronto al otro mundo, quiero ponerte dos palabras para decirte cuán grande es mi agradecimiento por haber aceptado el pesado cargo que te impuse, y por lo admirablemente bien que dirigiste y organizaste nuestro partido en este tiempo.
Espero que después de mi muerte sigas ayudando al Regente Don Javier, mi sobrino, como lo hiciste conmigo.
En cuanto a la cuestión sucesoria, sabes cuál es mi modo de pensar; es decir, que yo considero que toda la rama de D. Francisco de Paula no me puede suceder legítimamente por su rebeldía; pero sobre todo la de D. Alfonso (denominado el XII), por haber peleado al frente de su ejército liberal contra su legítimo Rey Carlos VII, y así tampoco su hijo (llamado Alfonso XIII) que nació once años después de la batalla de Lácar.
La rama Borbones de Nápoles reconoció toda ella a la dinastía usurpadora, aceptando empleos, cargos, condecoraciones de la misma; y por lo tanto, no puede suceder en España.
El Príncipe Elías de Borbón Parma, jefe de esta rama, reconoció igualmente a D. Alfonso (llamado el XIII) y recibió de él el Toisón de Oro. No puede, pues, suceder. Tienen dos hijos, pero creo que irán con los padres.
Viene después el Príncipe Javier Carlos de Borbón Parma de Braganza, que yo nombré Regente.
Pido a Dios lo arregle de modo que Don Javier Carlos sea mi sucesor legítimo y después de él sus hijos. Tengo plena confianza en mi sobrino Javier, y espero que sea él el salvador de España.
Nuevamente te doy un millón de gracias por todo lo que trabajaste y trabajas para nuestra Santa Causa, y con las más cariñosas de Nieves y mías, quedo muy de corazón, querido don Manuel Fal Conde, tu affmo. y agradecidísimo
Viena, 8 de julio de 1936.
ALFONSO CARLOS