Diferencia entre revisiones de «Oriental (2 - Zorrilla)»

De Wikisource, la biblioteca libre.
Contenido eliminado Contenido añadido
ortografía
Sin resumen de edición
Línea 1: Línea 1:
{{encabe|
{{encabezado2|Oriental|José Zorrilla}}
|titulo=Oriental (2)
|autor=José Zorrilla
|más info=del tomo primero de las [[Poesías de don José Zorrilla|Poesías]].
|anterior=[[A*** (José Zorrilla)|A***]]
|próximo=[[La meditación]]
}}


<poem>

<div class="verse">
<pre>
Corriendo van por la vega
Corriendo van por la vega
A las puertas de Granada
A las puertas de Granada
Línea 14: Línea 18:
Que entre sus brazos lloraba:
Que entre sus brazos lloraba:


-Enjuga el llanto, cristiana,
—Enjuga el llanto, cristiana,
No me atormentes así,
No me atormentes así,
Que tengo yo, mi sultana,
Que tengo yo, mi sultana,
Línea 67: Línea 71:
Y baños para el calor,
Y baños para el calor,
Y collares para el cuello;
Y collares para el cuello;
Para los labios.... ¡amor!
Para los labios… ¡amor!


-¿Qué me valen tus riquezas,
¿Qué me valen tus riquezas,
—Respondióle la cristiana—,
-Respondióle la cristiana-,
Si me quitas a mi padre,
Si me quitas a mi padre,
Mis amigos y mis damas?
Mis amigos y mis damas?
Línea 84: Línea 88:
En la mejilla una lágrima:
En la mejilla una lágrima:


-Si tus castillos mejores
—Si tus castillos mejores
Que nuestros jardines son,
Que nuestros jardines son,
Y son más bellas tus flores,
Y son más bellas tus flores,
Línea 98: Línea 102:
El capitán de los moros
El capitán de los moros
Volvió en silencio la espalda.
Volvió en silencio la espalda.
</pre>
</poem>
</div>


[[Categoría:ES-O]]
[[Categoría:ES-O]]
[[Categoría:Poesías de José Zorrilla]]
[[Categoría:Poesías de don José Zorrilla]]
[[Categoría:Poesías]]

Revisión del 17:50 22 mar 2014

A***
Oriental (2)
de José Zorrilla
del tomo primero de las Poesías.

Corriendo van por la vega
A las puertas de Granada
Hasta cuarenta gomeles
Y el capitán que los manda.

Al entrar en la ciudad,
Parando su yegua blanca,
Le dijo éste a una mujer
Que entre sus brazos lloraba:

—Enjuga el llanto, cristiana,
No me atormentes así,
Que tengo yo, mi sultana,
Un nuevo Edén para ti.

Tengo un palacio en Granada,
Tengo jardines y flores,
Tengo una fuente dorada
Con más de cien surtidores.

Y en la vega del Genil
Tengo parda fortaleza,
Que será reina entre mil
Cuando encierre tu belleza.

Y sobre toda una orilla
Extiendo mi señorío;
Ni en Córdoba ni en Sevilla
Hay un parque como el mío.

Allí la altiva palmera
Y el encendido granado,
Junto a la frondosa higuera
Cubren el valle y collado.

Allí el robusto nogal,
Allí el nópalo amarillo;
Allí el sombrío moral
Crecen al pie del castillo.

Y olmos tengo en mi alameda
Que hasta el cielo se levantan,
Y en redes de plata y seda
Tengo pájaros que cantan.

Y tú mi sultana eres;
Que desiertos mis salones están,
mi harén sin mujeres,
Mis oídos sin canciones.

Yo te daré terciopelos
Y perfumes orientales,
De Grecia te traeré velos,
Y de Cachemira chales.

Y te daré blancas plumas
Para que adornes tu frente,
Más blancas que las espumas
De nuestros mares de Oriente;

Y perlas para el cabello,
Y baños para el calor,
Y collares para el cuello;
Para los labios… ¡amor!

—¿Qué me valen tus riquezas,
—Respondióle la cristiana—,
Si me quitas a mi padre,
Mis amigos y mis damas?

Vuélveme, vuélveme, moro,
A mi padre y a mi patria,
Que mis torres de León
Valen más que tu Granada.

Escuchóla en paz el moro,
Y manoseando su barba,
Dijo, como quien medita,
En la mejilla una lágrima:

—Si tus castillos mejores
Que nuestros jardines son,
Y son más bellas tus flores,
Por ser tuyas, en León,

Y tú diste tus amores
A alguno de tus guerreros,
Hurí del Edén, no llores;
Vete con tus caballeros.

Y dándole su caballo
Y la mitad de su guardia,
El capitán de los moros
Volvió en silencio la espalda.