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LA VUELTA DE MARTIN FIERRO

Indudablemente, que hay cierta semejanza íntima, cierta identidad misteriosa entre todas las razas del globo que solo estudian en el gran libro de la naturaleza; pues que de él deducen, y vienen deduciendo desde hacen mas de tres mil años, la misma enseñanza, las mismas virtudes naturales, espresadas en prosa por todos los hombres del globo, y en verso por los gauchos que habitan las vastas y fértiles comarcas que se estienden á las dos márgenes del Plata.

El corazon humano y la moral son los mismos en todos los siglos.

Las civilizaciones difieren esencialmente. «Jamás se hará, dice el doctor Don V. F. Lopez en su prólogo á Las Neurosis, un profesor ó un catedrático Europeo, de un. Braema;» así debe ser: pero no ofrecería la misma dificultad el hacer de un gaucho un Braema lleno de sabiduría; sí es que los Braemas hacen consistir toda su ciencia en su sabiduría proverbial, segun los pinta el sábio conservador de la Biblioteca Nacional de Paris, en «La sabiduría popular de todas las Naciones» que difundió en el nuevo mundo el americano Pazos Kanki.

Saturados de ese espíritu gaucho hay entre nosotros algunos poetas de formas muy cultas y correctas, y no ha de escasear el género, porque es una produccion legítima y espontánea del país, y que en verdad; no se manifiesta únicamente en el terreno florido de la literatura.

Concluyo aquí, dejando á la consideracion de los benévolos lectores, lo que yo no puedo decir sin estender demasiado este prefacio, poco necesario en las humildes cóplas de un hijo del desierto.

¡Sea el público, indulgente con él! Y acepte esta humilde produccion, que le dedicamos como que es nuestro mejor y mas antiguo amigo.


La originalidad de un libro debe empezar en el prólogo.

Nadie se sorprenda por lo tanto, ni de la forma ni de los objetos que este abraza; y debemos terminarlo haciendo público nuestro agradecimiento hacia los distinguidos escritores que acaban de honrarnos con su fallo, como el Señor D. José Tomás Guido, en una bellísima carta que acogieron deferentes La Tribuna y La Prensa, y que reprodujeron en sus columnas varios periódicos de la República.—El Dr. D. Adolfo Saldias, en un meditado trabajo sobre el tipo histórico y social del gaucho. —El Dr. D. Miguel Navarro Viola, en la última entrega de la Biblioteca Popular, estimulándonos, con honrosos términos, á continuar en la tarea empezada.

Diversos periódicos de la ciudad y campaña, como El Heraldo, del Azul, La Pátria, de Dolores, El Oeste, de Mercedes, y otros, han adquirido tambien justos títulos á nuestra gratitud, que conservamos como una deuda sagrada.

Terminamos esta breve reseña con La Capital del Rosario, que ha anunciado La Vuelta de Martin Fierro, haciendo concebir esperanzas que Dios sabe si van á ser satisfechas.

Cierrase este prólogo, diciendo que se llama este libro La Vuelta de Martin Fierro, porque ese título le dió el público, antes, mucho antes de haber yo pensado en escribirlo; y allá va á correr tierras con mi bendicion paternal.

JOSÉ HERNANDEZ.