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Página:Historia Verdadera del Mexico profundo.djvu/143

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“Lo más elevado de las que se nombran “instituciones” de un pueblo, las creaciones, que dan apoyo a la estructuración de una cultura, todo eso y probablemente también otras realidades, se incluían en el significado de Toltecáyotl.” (Miguel León Portilla. 1980)

Existe un acervo riquísimo de sabiduría antigua en los pueblos indígenas y campesinos del México contemporáneo. En la cultura oral de algunos pueblos se sigue manteniendo en la memoria histórica a la llamada “Hermandad Blanca”. Herencia ancestral de los toltecas y la Toltecáyotl que no desapareció en el colapso del periodo clásico superior y que todavía Cortés registra su existencia en las cartas de relación.[1] En efecto, Cortés relata que cuando llegaron los españoles a las costas de Veracruz, Moctezuma mandó pedir consejo a los sabios de la Hermandad Blanca que vivían en el calmécac de Cholula en donde estaban educando a los hijos de los “píltin” o principales, es decir, la nobleza que gobernaría a los pueblos de la Triple Alianza.

“Toltecáyotl, traducida a la letra, significa toltequidad: esencia y conjunto de creaciones de los toltecas. Pero cabe desentrañar mejor la riqueza de sus connotaciones. De sentido abstracto y también colectivo es este vocablo derivado de toltéca-tl. Los antiguos mexicanos lo empleaban para abarcar lo que consideraban herencia suya, semilla de inspiración y condicionante de ulteriores logros. La Toltecáyotl, el legado de Quetzalcóatl y los toltecas abarca la tinta negra y roja, -la sabiduría-, escritura y calendario, libro de pinturas, conocimiento de los caminos que siguen los astros, las artes, entre ellas la música de flautas, bondad y rectitud en el trato de los seres humanos, el arte del buen comer, la antigua palabra, el culto a los dioses, dialogar con ellos y con uno mismo...” (Miguel León Portilla. 1980)
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  1. Las Cartas de relación escritas por Hernán Cortés, fueron dirigidas al emperador Carlos V. En estas cartas, Cortés describe su viaje a México, su llegada a Tenochtitlán, capital del imperio azteca, y algunos de los eventos que resultarían en la conquista de México. Hernán Cortés era de linaje noble y estudió durante algún tiempo latín, gramática y leyes en la Universidad de Salamanca, aunque sin graduarse, obtuvo los conocimientos y habilidades necesarias de buen escritor, sus cartas tienen verdadero valor literario e histórico, pues las descripciones en ellas plasmadas figuran en primer término de las crónicas de la conquista del Imperio Azteca. Así como otros españoles que describieron la gran ciudad de Tenochtitlán, Cortés describe éste lugar con un tono de asombro y de maravilla: La ubicación de la ciudad en medio de un lago rodeado de montañas, la arquitectura espléndida, y evidentemente la riqueza material.

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