19. EL SIGLO XX.
El costo social de esta neo europeización modernizadora fue muy alto. La explotación de los peones acasillados y de los trabajadores, especialmente de las minas y las fábricas textiles, fue muy elevado. La política expansionista de Estados Unidos, que bajo su flamante política Monroe, “América para los Americanos”, no estaba dispuesta a tolerar, los cada vez mayores intereses económicos y políticos de Francia, Alemania e Inglaterra, en lo que ellos consideran desde aquellos tiempos, el “traspatio de su casa”. Todo esto propició el estallido de la revolución de 1910 y la nueva invasión de Estados Unidos en 1917.
“...México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos. México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros...” (Richard Lansing, Secretario de Estado del presidente Wilson. 1924.)[1]
Cuando Porfirio Díaz prepara una nueva reelección por sexta vez
consecutiva y el poder estaba entre los hombres del Centro y Sur del
país, aparece Francisco Indalecio Madero (1873 - 1913)
representando los intereses de los nacientes grupos económicos del
Norte de México. El grupo del Norte primero intenta que Madero sea el
vicepresidente para la siguiente elección.
____________________________________
- ↑ Reproducido en el Boletín de Economistas 1963-1967, de la Escuela Nacional de Economistas, UNAM.
242