Parnaso español 118
Apariencia
Entre las coronadas sombras mías
que guardas. ¡oh glorioso monumento!,
bien merecen lugar, bien ornamento,
las llamas antes, ya cenizas frías.
Guarda, ¡oh!, sus breves malogrados días
en religioso y alto sentimiento;
ya que en polvo atesora el escarmiento,
su gloria a las supremas monarquías.
No pase huésped por aquí que ignore
el duro caso, y que en las piedras duras,
con los ojos que el título leyere,
a don Carlos no aclame y no le llore,
si no fuere más duro que ellas duras,
cuando lo que ellas sienten no sintiere.